Chirbes recupera la ambición de convertir la narrativa en un hecho colectivo: así, La larga marcha
es la historia de una generación. El complejo tejido de muchas vidas e
ilusiones. Con una prosa ajustada y a menudo deslumbrante, el autor nos
cuenta cómo sobre las cenizas de una derrota vuelven a brotar las
utopías. Una novela coral que recupera treinta años de la memoria de
España, afinando los mecanismos del realismo para enfrentaría al gran
reto de una literatura que no quiere ser un ejercicio inútil sino una
necesaria seña de identidad. Una obra que quedará como una de las
novelas imprescindibles de la década.
Pura literatura. Libros como estos son los que hacen que a uno le encante leer.
Lastima que nos dejo Chribes.
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